La técnica de los
Primeros Auxilios Psicológicos en casos de catástrofes fue preparada por la
Asociación de
Psiquiatría Americana (APA), su traducción adaptación la realizo el Dr.
Baltasar Caravedo y publicado por la revista militar del Perú en 1972, sus
principios continúan vigentes motivo por el cual lo presentamos en esta
publicación como una técnica aleatoria o de reforzamiento a la de la primera
ayuda.
Cuatro Tipos de
Reacciones Frente a los Desastres:
El manual de la APA
menciona que básicamente se pueden presentar cuatro tipos de respuestas
individuales a los
desastres:
Reacciones normales a
los desastres.-
Algunas personas son
capaces de mantenerse notablemente calmadas aún en las circunstancias
más extremas; sin
embargo, la mayoría de nosotros empezamos a sentir los efectos del Síndrome
General de Adaptación
(sudoración profusa, temblores, debilidad, estados nauseosos) por un
momento y la claridad
del pensamiento puede ser difícil. Afortunadamente muchos de nosotros
podemos recuperar
nuestra compostura bastante bien. Sería engañoso clasificar como anormales
estos estados
naturales y transitorios.
B) Reacciones
paralizantes.-
Se puede esperar
también encontrar personas que por un tiempo se queden paralizadas, pueden
quedarse paradas o
sentadas en medio del caos, como si estuvieran solas en el mundo, su mirada
estará perdida,
cuando se les habla no podrán responder a todo o simplemente se encogerán de
hombros o
pronunciarán una o dos palabras, parecen libres de reacción emocional, son
incapaces de ayudarse.
C) Reacciones
hiperactivas.-
Estas personas pueden
estallar en ráfagas de actividad, sin un propósito definido, hablarán
rápidamente,
bromearán en forma inadecuada y harán sugerencias y demandas inaceptables, pero
de poco valor real,
pasarán de un trabajo a otro y parecerán incapaces de resistir la más mínima
distracción, se
muestran intolerantes a cualquier idea que no sea la suya.
D) Reacciones
corporales.-
Algunas reacciones
corporales han sido ya mencionadas como respuestas temporalmente normales, aunque
estos síntomas normales son algo molestos mientras dura, generalmente no
interfieren seriamente con la habilidad de la persona para llevar adelante una
actividad constructiva en una situación difícil, algunas de estas reacciones,
especialmente la debilidad, el temblor, el llanto, pueden no aparecer hasta
después de que una persona ha enfrentado y superado efectivamente el peligro inmediato.
Las reacciones
corporales mas serias pueden sin embargo incapacitar verdaderamente y es
importante reconocer
su significado emocional, las náuseas y el vómito son particularmente comunes,
estas reacciones se deben de diferenciar de las producidas por radiaciones o
contaminaciones químicas.
Cuatro Principios
Básicos de los Primeros Auxilios Psicológicos:
A) Acepte el derecho
de toda persona a tener sus propios sentimientos.-
No culpe o ridiculice
a una persona por sentirse como lo hace, su tarea es ayudarle a superar su
sentimiento, no
decirle como debe sentirse. Si usted se detiene a pensar en sus propios
sentimientos, se dará
cuenta de cómo es imposible para los seres humanos el hacer una selección
consciente de sus
sentimientos más profundos.
Tenga presente que
sin embargo la posición de otra persona puede ser similar a la propia, pero
cada persona ha tenido ciertas experiencias únicas que pueden afectar
fuertemente sus sentimientos en relación con los sucesos subsecuentes en sus
vidas.
Más allá del horror y
el temor que puedan sentir, las personas reaccionarán en términos de cómo
esta experiencia
encaja con sus ideas pasadas acerca de sí mismo y sus aspiraciones en el
futuro.
Al prestar primeros
auxilios psicológicos, rara vez estará usted seguro de por qué algunas personas
se trastornan más que otras, su expresión, su postura, su aspecto integro puede
decirle eso, aún cuando ella no le diga con palabras, permitirle a un
accidentado saber que usted quiere entender como él se siente puede ser el
primer paso para ayudarlo, esto puede hacerse con unas pocas palabras o aún con
un simple gesto. No lo abrume con su compasión. Esto sólo le hará sentir más incomodo
y confirmará sus peores temores acerca de sí mismo, haga lo indispensable paraestablecer
contacto con él.
B) Acepte las
limitaciones del accidentado como reales.-
Cuando el muslo de un
hombre esta destrozado, nadie espera (incluyendo el paciente) que pueda
caminar por un
tiempo. Cuando la capacidad del hombre para superar sus sentimientos está hecha
pedazos, muchos
(incluyendo el paciente) se inclinan a esperar que él vuelva a actuar normalmente,
casi de inmediato. “Todo está en su mente”, “Deshágase de ello”, “Recupérese”.
Tales tipos de consejos no tienen lugar en los primeros auxilios psicológicos,
los sentimientos de incompetencia son reales y a menudo incapacitantes; por
ello su tarea será ayudarlos a recuperarse tan efectivamente y rápidamente como
puedan, esto se consigue aceptando sus limitaciones y ayudándolos a redescubrir
rápidamente algunos de los recursos que ellos pueden utilizar de inmediato.
C) Mida las
posibilidades del accidentado en forma tan exacta y rápida como sea posible.-
Mientras usted se da
cuenta de las limitaciones de una persona perturbada, usted estará atento de
las habilidades y
otros recursos que pueda utilizar y reavivar, una persona muy trastornada puede
fácilmente hacerle
olvidar que podría ser de verdadera ayuda para usted tanto como para sí mismo y
que usted puede ayudarlo a iniciar el camino hacia la reorganización de su
mundo. Averigüe con
tacto que fue lo que
sucedió, permítale responder de su propio modo.
Usted no puede
dejarlo divagar interminablemente, ofrecerle un par de minutos en los cuales él
pueda hablar
libremente de sus propias experiencias le mitigarán notablemente algunos de sus
sentimientos de
desesperanza e impotencia. Averigüe si el herido se preocupa particularmente de
sus familiares o amigos,
dele tan honestamente como pueda una información acerca de donde,
cuándo y cómo puede
él razonablemente esperar tener contacto con aquellos que le son queridos.
Si él está demasiado
deprimido para hablar fácilmente una exposición de lo que puede haberle
sucedido (basado en
su conocimiento general del desastre) puede acrecentar su confianza en usted, hasta
el punto de que él pueda hablarle un poco.
Preguntas breves
acerca de su ocupación normal pueden darle a usted algunas pistas sobre sus
habilidades e interés
básico, para muchas personas que están anonadadas emocionalmente el
trabajo que pueda
hacerse en forma automática y rutinaria podría ser el primer paso que los haga
volver hacia la
normalidad efectiva.
D) Acepte sus
limitaciones al ayudar a otras personas.-
No trate de ser todo
para las personas, habrá mucho de lo que usted quisiera hacer en un desastre y que
está mas allá de sus de sus fuerzas y habilidades. Usted no puede ser de todo
para todas las victimas. Consecuentemente, usted debe establecer un orden de
prioridades en su pensamiento, acerca de lo que puede permitirse acometer por
sí mismo.
Su primera
responsabilidad será cualquier trabajo de emergencia que le hayan asignado
previamente.
Una razonable y
sincera apreciación de sí mismo es parte muy importante de su preparación para
prestar primeros
auxilios psicológicos. Un trabajador de primeros auxilios físicamente herido
puede
continuar haciendo un
buen trabajo curando las heridas de los accidentados. Pero sí está
“emocionalmente herido”
tendrá grandes limitaciones para proveer ayuda a otros.